martes, 20 de julio de 2021

A TRANCAS Y BARRANCAS…


Quién piense que todo ha sido color de rosas esta muy equivocado. Los obstáculos siempre están, unas veces porque te los ponen, otras veces porque vienen solos y otras porque te los buscas…

Seis años, los primeros… porque el ministerio es para toda la eternidad… a pesar de… 

A pesar de todo… aquí estoy. Ni soy malo y ni soy bueno… simplemente soy, en medio de las circunstancias y de los avatares de la vida, “queriendo hacer el bien que no puedo, y haciendo el mal que no quiero”.

Las ilusiones primeras parecen estar calladas, los años van haciéndote madurar… profundizar en este camino; es una tarea constante, estos primeros años han sido tan cargados de vivencias, experiencias… unas bonitas y otras no tan dichosas, pero todas forman parte de un conglomerado que forja el tablón de la vida. 

Nada es perfecto, no todo es tan bonito como parece… pero de nada de lo vivido hasta ahora me arrepiento, al contrario, estoy agradecido con Dios por permitirme experimentar aquello, que aún cuando parece que voy a sucumbir, Él me toma de la mano y me lleva a su regazo. 

Pocos años… es más… me parecen meses, semanas… pero en ellos, he vivido lo que nunca muchos podrán vivir… he aprendido a bajarme de las alturas aún cuando me creía invencible, y todo a fuerza de golpes… ya cuando piensas que lo sabes todo, te llevas un “tozolón” que te hace caer en la cuenta de que no eres mas que un “don nadie”. Pero gracias a eso… ahora soy más comprensivo, más vulnerable, más misericordioso… he aprendido a callar, a no juzgar, a meditar, a comprender y aceptar, aún cuando pienso que no tienen la razón. 

Mi diario vivir es un aprendizaje, todos los días me llevo gratos recuerdos para mi memoria… esa es la mejor universidad… la de la vida, la que dicen los sabios, la universidad de la experiencia… creo que en esa estoy haciendo un doctorado.

He aprendido que nadie es amigo de nadie, que los amigos van y vienen… que sólo aquellos que te dijeron la verdad en la cara, son los que aún están esperándote para acogerte y comprenderte, para animarte… e incluso, para volverte a dar consejos sabios, tal vez porque han pasado por lo mismo que yo.  

He conocido a miles de personas, pero al final… compartes con quienes eliges o con quien te elige, con quienes te aceptan. Los demás huyen despavoridos, tal vez porque buscan sus propios intereses, sus seguridades… están en su pleno derecho. La Libertad por delante. Aquí estaré para acogerles siempre que quieran regresar. 

He aprendido que la familia es un don grande que Dios nos ha regalado, y que hay que saber estar ahí para animar, para acompañar, para perdonar, para desdeñar, para socorrer, para ayudar… para hacer de padre, de hijo, de hermano, de abuelo, de nieto, de primo… 

He aprendido que aún no he aprendido, he aprendido que la vida da muchas vueltas, pero que al final, terminamos en el mismo sitio, con las mismas personas… ni más ni menos. 

He conocido miles de personas… pero ninguna como Tú, Señor. Gracias por amarme. 

Quiero escribir más… quiero decir más cosas, pero os aburriría con tanto cuento. Solo expreso lo que hoy siento, en medio de mí mismo, ante el Señor cómo testigo, pido que se haga su voluntad y ni la mía. 

Perdón, perdón, perdón… mil veces perdón por no haber sido todo lo que habéis pensado que llegaría a ser, por haber fallado. Aquí voy… a trancas y barrancas, pero voy.

En mi sexto aniversario sacerdotal…Vuestro amigo JESÚS Escalona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario